Artes y oficios

El pintoresco emplazamiento de Posadas en la transición Sierra-Vega-Campiña y la inmensa cantidad de recursos que presenta, conllevó el establecimiento de diversas culturas y civilizaciones en su territorio, modelando el paisaje y su toponimia. Desde tiempos remotos, el ser humano ha percibido la riqueza de nuestras tierras, ha conocido la fertilidad de sus campos y la seguridad que ofrece su orografía para dejar su impronta en nuestra historia y sus tradiciones.

Las minas del territorio fueron explotadas desde la Prehistoria, teniendo su mayor esplendor la minería metalúrgica en la Época Romana y en la Contemporánea. En la actualidad la minería se circunscribe a actividades no metalúrgicas o de cantera y construcción.

Las tierras de Posadas se encuentran en la segunda vega más fértil del mundo, la Vega del Guadalquivir, motivo por el cual el control agropecuario de la zona ha sido tan relevante. Entre su producción destaca el olivar, ya desde Época Romana, llegando nuestro aceite a puntos tan lejanos como la India, Britania o Germania. Pero hubo un tiempo en el que nuestro vino, hoy desconocido, tuvo tanta relevancia como el aceite. Muestra de ello es la inmensa cantidad de lagares existentes en la Vega del Guadalbaida, concretamente en el Pago de Morales, y que llegan hasta nuestros días por sus restos, por antiguos documentos escritos y por la toponimia o nombres de lugar.

La molienda de cereal también tuvo gran repercusión en Posadas, fundamentada por estar flanqueada por el río Guadalquivir y el arroyo Guadalbaida. Los restos de molinos en ambas arterias dan muestra de la gran producción de harinas que existió en un momento de nuestra historia.

Como hemos visto, la producción de cal debió ser fundamental en nuestro pueblo dada la gran cantidad de hornos de cremación de piedra caliza en todo el entorno de la Sierrezuela, existiendo alguna ya en casco urbano (C/ Golmayo). Sobre los trabajos canteros poco nos queda por decir salvo que debió soportar una parte fundamental de nuestra economía local y fuente laboral para Posadas.

Un recurso laboral y económico sin parangón en la historia de Posadas fue la cerámica, o lo que es lo mismo, la producción de objetos muebles cotidianos con arcillas. Un dato significativo sobre este Arte y Costumbre local es la existencia de piezas realizadas en nuestra localidad en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla. Otro dato significativo sobre la producción de cerámica local está vinculado con el callejero, ya que la Calle de los Hornos es llamada así por la existencia en el pasado de estos artefactos para el uso de los habitantes de la localidad con el fin de producir su propio menaje.

La Cestería de Vareta de Olivo, el Croché, la producción con Anea, sombreros de palma, el Anís y las cárnicas, entre otros oficios, también han sido significativos en nuestra localidad en el pasado y objeto de recuperación de oficios tradicionales en la actualidad.

Recuerda: volver a lo tradicional puede hacer de nuestra sociedad más sostenible.

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