Minas de la Plata

La inauguración del ferrocarril en 1859 favoreció la creación de industrias, que dieron también impulso a Posadas.

La más destacada es la minería, dada la histórica riqueza de su sierra. En el término hay dos zonas mineras sobresalientes, la de la Plata y la de Calamón. A la Plata pertenecían las minas de Casiano del Prado, la más importante por su explotación y producción, y la de Nuestra Señora de los Dolores. Todas las minas eran de blendas y galenas argentíferas, produciéndose plata, plomo y cinc e incluso barita. La mayoría de sus edificios e instalaciones fueron construidas a finales del s. XIX bajo la dirección del ilustre ingeniero alemán Alfred Brandt, contratado por la “Sociedad Santa Bárbara”, propietaria de las minas.
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La Mina Casiano de Prado recuerda al famoso geólogo e ingeniero de minas, de obra densa, Casiano de Prado y Vallo (Santiago de Compostela, 1797-Madrid, 1866), quien dirigió esta mina e hizo interesantes excavaciones en nuestro término.

Esta zona minera ha sido explotada desde tiempos remotos como lo atestiguan los numerosos hallazgos arqueológicos. Algunos autores, citando al geógrafo “Ahmed Ben Ali Mahalli”, localizan en este lugar los campos mineros de plata de “El-Merdj”. Y citando a Al-Idrisi alrededor del año 1130, las minas de plata y oro de “Al-March”, que otras fuentes localizan entre Posadas y Almodóvar, en el lugar de las Cotinas o Cotinae de Estrabón. 

No obstante, con motivo de su reapertura para la explotación industrial por parte de la germano-cartagenera “Sociedad Santa Bárbara” a finales del s. XIX, se constató la presencia de varios pozos de época romana de centenares de metros de profundidad que causó asombro entre los propios ingenieros. En las galerías de las minas se hallaron utensilios, lámparas funerarias y un sistema de desagüe mediante Tornillos de Arquímedes, y en la superficie restos de viviendas antiguas y tumbas de mineros. En las inmediaciones se encontraron un tesoro de 3.000 monedas ibéricas. Algunas de ellas pasaron a poder del médico del pueblo señor Toscano, hoy día desaparecidas. Y los cercanos villares de Asensio y de la Loma del Toril estuvieron habitados tanto en la época romana como en la árabe por el personal minero que realizaba los trabajos de explotación de los filones argentíferos de esta mina. 

Tras varios años de extracción bajo la experta dirección del ilustre ingeniero alemán Alfred Brandt a finales del s. XIX, la mina de Casiano de Prado sufrió varios altibajos. Sin embargo la Guerra del 14 fue un duro golpe para la minería de Posadas, pues las blendas argentíferas que se fundían en Bélgica, casa Dumont Frères de Liége, fueron bloqueadas y no se hallaron otras fundiciones donde colocarlas. 

En 1922 se reinició la explotación a cielo abierto de las escombreras de Casiano de Prado, cuya riqueza en mineral aprovechable era de plomo, plata y cinc. Las explotaban por arriendo los señores Ochoa y García Roda, de Posadas, siendo de nuevo clausurada en 1924.

El cierre total de las minas fue un descalabro, pues produjo gran paro y emigración de mineros, que en los buenos años de las minas habían sido hasta 700 hombres.

Hoy en día, esta zona se ha convertido en un bello enclave en mitad de la naturaleza constituyendo el principal Patrimonio Industrial de la localidad.