Cantería, Minería y Caleras

CANTERÍA

La Sierrezuela es un grandísimo complejo cantero de calizas que, salvando la Cantera Virgen de La Salud, podemos retrotraer su origen a Época Romana, Edad Media y Edad Moderna, existiendo distintos frentes y tipologías de extracción:

• Frentes de extracción prismática: Lo común era comenzar una excavación a cielo abierto y una vez que estuviera totalmente descubierta la masa de roca, el cantero iniciaba la explotación. Para obtener los distintos bloques cúbicos, el tallista recurría a introducir cuñas metálicas o de madera en los estratos y fisuras naturales o en los surcos artificiales cincelados, bastando un empuje de palanca para extraerlo.

• Frentes de extracción cilíndrica: Tienen la peculiaridad que la extracción se produce de forma vertical a través de secciones anulares, generando en el frente ondulaciones que responden a la saca de cilindros.

• Frentes de extracción discoidal: La singularidad de estos frentes es la existencia de la huella dejada sobre la roca con forma circular, muestra de la extracción del «disco», «plato» o molino con el objeto de molturar el cereal para la obtención de harinas. 

MINAS

La industria minera en la Sierra de Posadas tuvo por objetivo la explotación de los filones blendo-plumbo-argentíferos (zinc, plomo y plata) y cupríferos (cobre) que se repartían por el territorio. Los trabajos se originan al menos desde la Prehistoria Reciente, como muestran algunas cortas, rafas, pocillos y escoriales en lugares como la Sierrezuela (Paterna, El Escorial, Cerro Gordo, Bellarrosa o Cerro de las Huertas) y la sierra (El Rosal, La Plata, La Cabrilla, Cerro del Toril, Regajo del Zau, Barranco del Búho, La Zarza, Calamón o El Sello).

Las primeras labores mineras de la Edad Contemporánea consistieron en el reaprovechamiento de los escoriales mencionados. Estos laboreos corresponden al refundido con nuevas técnicas de las escorias de cobre, plomo y plata que fueron abandonadas en la Prehistoria Reciente y en la Edad Antigua, algunas de hasta 1 metro de potencia según Carbonell, que ya hicieron intuir que la zona podría aún conservar filones metalizados no trabajados en esas otras épocas.

Entre todos estos enclaves, los dos grandes complejos mineros los encontramos en los grupos de La Plata y Calamón. Ambos presentan indicios de extracción continuada desde la Prehistoria, aunque su mayor esplendor se produce tanto en época romana como en la contemporánea. Sus vetas de blenda y galena argentíferas proporcionaron metales de calidad como el zinc, el plomo y la plata, lo que hizo que estos yacimientos fueran fundamentales tanto para la romanización del territorio en la República Romana como la industrialización durante el siglo XIX.

CALERAS

Debido a la gran demanda que antaño existía de cal por sus innumerables usos, podemos encontrar caleras repartidas por toda la Sierrezuela, cuyos suelos son ricos en rocas calizas y dolomías. Usada como desinfectante, como mortero tradicional en construcción o como pintura en muros y paredes, la cal es uno de los elementos más reconocibles del paisaje maleno como pueblo andaluz.

Las caleras son hornos artesanales reutilizados, algunos, hasta fechas recientes, donde se obtenía dicho producto por calcinación de las rocas calizas (en concreto óxido de calcio (CaO): CaCO3 + calor → CaO + CO2). Existieron varias técnicas de confeccionar los hornos: recubriendo su interior con la capa de piedras a quemar, que se cerraban sobre si mismas formando una bóveda, renovando el combustible durante los días que duraban la cocción a más de 1.000º C; otra opción consistía en alternar capas de piedras y combustible, que se iba consumiendo sólo.

Recuerda: si destruyes el Patrimonio, destruyes una parte de ti, de tus antepasados, de tu futuro.

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