Posadas en el fondo del mar

Hace aproximadamente 250 millones de años, a finales del Pérmico, un nuevo océano comenzó a formarse en el extremo sur de otro océano anterior denominado Paleo-Tetis.

Al sur del supercontinente denominado Pangea, una falla desplazó hacia el norte la placa terrestre Cimmeria. Durante 60 millones de años, ésta se fue deslizando, empujando el suelo del océano Paleo-Tetis bajo la superficie del extremo este de Pangea (Laurasia). El resultado fue la formación del océano Tetis, directamente sobre el lugar que ocupaba su antecesor, el océano Paleo-Tetis.

Durante el Jurásico, hace 150 millones de años, Cimmeria colisionó finalmente con Laurasia. Como consecuencia, el suelo oceánico se combó bajo esta segunda placa (proceso de subducción) formando la “fosa de Tetis”. Con el tiempo, los niveles de agua subieron, cubriendo grandes partes de Europa con mares poco profundos.

En aquella época también se produjo la división de las dos masas de tierra que formaban Pangea, Laurasia y Gondwana, formándose el océano Atlántico entre ambas.

Hace unos 100 millones de años, Gondwana comenzó a fracturarse, empujando África e India hacia el norte, a través de Tetis. Como resultado, el océano se empequeñeció, pasando a denominarse como “mar” de Tetis hasta hace 15 millones de años.

El movimiento de las placas tectónicas acabó cerrando los estrechos Rifeño y Bético, que eran los únicos lugares por donde penetraba el agua del Atlántico al mar de Tetis, hasta el punto que lo que hoy conocemos como cuenca mediterránea, se convirtió en un impresionante desierto blanco de sal. A este momento se le conoce como Crisis de salinidad del Messiniense, un episodio extraordinario a la par que trágico, pues acabó con prácticamente todo atisbo de vida marina. Más tarde, el estrecho de Gibraltar se abrió y el Mediterráneo volvió a llenarse de agua del océano Atlántico en un proceso que duraría varios cientos de años. Es en este momento cuando se forma el Mediterráneo que conocemos en nuestros días, considerado como hijo del Viejo Mar de Tetis.

En los últimos 15 millones de años, continúa la fracturación de Pangea y el posterior desplazamiento de los continentes por la inmensidad del océano. El mar Mediterráneo empezó a tomar forma a partir del gran océano de Tetis, heredando toda su flora y fauna marina. Pero no fue el mar que conocemos ahora, sino una gran masa de agua que inundaba el sur de la Península Ibérica, sin sobrepasar la cordillera de Sierra Morena, mientras que el resto de Europa estaba conformada por un archipiélago de islas.

Recuerda: los fósiles llevan millones de años en su sito, no los arranques.

Galería de imágenes